TALLER
«Iniciación al Clown»
RAKEL IMAZ
9 Y 10
DE OCTUBRE
11:00 - 14:00
CASA DE CULTURA DE
AOIZ - AGOITZ
Contexto Histórico
Si nos ponemos a buscar en la historia alguna payasa, nos encontraremos con que las pocas mujeres que se dedicaron a esta profesión siempre lo hicieron sustituyendo a hombres, vistiendo sus trajes, adoptando sus andares y movimientos y sintiendo sus miedos, como lo hizo Mary Senpere.
Puede ser que encontremos alguna mujer adoptando el rol de director, el payaso más inteligente, el harinado o hermafrodita. Pero en el viejo circo, la cuna de los y las payasas, la torpeza, la acrobacia, la trasgresión, no era cosa de mujeres. El circo, la risa, tampoco eran espacios para nosotras. Pero hoy los y las payasas no viven en el circo y, aunque todo el mundo se extrañe cuando una mujer dice que es payasa...haberlas ahílas! Nos estamos reinventando, buscamos nuestra propia comicidad, nuestros miedos, nuestros deseos, los objetos con los que queremos actuar, nuestro vestuario....
Presentación
La payasa traspasa cualquier personaje para ir hacia la esencia de lo cómico. Su estupidez la hereda de l@s loc@s de carn val y su locura le permite vivir el mundo al revés. La payasa que nos habita juguetea con todas nuestras emociones y sin proponérselo nos deja en ridículo, sin esta locura nos volvemos locas. La Payasa libera a la seriedad de su componente angustiosa.
La Payasa falla donde se espera que tenga éxito y logra su objetivo, cuando y donde nadie lo esperaba. Transgrede con inocencia las normas, afanado en propósitos absurdos. Despierta en nosotras el impulso que nos conecta con nuestra infancia. La risa es el eco de toda actuación, por trágica que ella sea. Las Payasas son una necesidad para nuestro tiempo, ellas forman parte de nuestra libertad.
Objetivos
La payasa es un bicho emocional. El mundo le emociona: le enoja, le sorprende, le duele... Uno de los principales objetivos es trabajar las emociones, sobre todo aquellas que culturalmente nos han sido negadas por ser mujeres, a nosotras no se nos ha permitido la cólera, “sobre todo porque nos ponemos muy feas cuando nos enfadamos”. Ser clara emocionalmente hablando es vital para la payasa y para nuestra persona. La payasa no está claro que se sepa las normas sociales, podría ser una eterna extranjera. Tener la libertad de no seguir todos esos absurdos protocolos diarios, desaprender aquello que sólo ha servido para limitar nuestra persona...poder sentarnos sin cruzar las piernas, bostezar y reirnos sin taparnos la boca,
caminar sin meter tripa y sin necesidad de buscar el equilibrio a causa de la inestabilidad que nos provocan los tacones....
MIRAR, con Mayúsculas. Mirarlo todo, beberse el mundo, con la curiosidad con la que miramos por primera vez, y sorprendernos, tanto si no ha cambiado nada de lo que vemos (porque damos por hecho que las cosas sigan siendo) como si experimentamos el más mínimo cambio por sutil que éste sea. Mirar a los ojos de las personas y mirarnos en esos ojos que vemos, posar la mirada. Porque a las mujeres no siempre nos han permitido mirar a los ojos, porque cuando a una persona le obligan a bajar la mirada se está ejerciendo un poder sobre ella.
Metodología
El curso será eminentemente práctico, desarrollaremos la búsqueda de nuestra payasa mediante improvisaciones.
El taller constará de una fase de estiramientos, masajes...para despertar el cuerpo, una fase de calentamiento emocional y juegos para despertar las emociones y una fase de improvisaciones para despertar a la payasa.
Contenidos
Favorecer la toma de contacto con el trabajo siguiendo un código clownesco. Primeras improvisaciones: mirada, escucha, máscara neutra, imaginario....nuestro trabajo se basa en el desarrollo contemporáneo, subjetivo y personal de cada participante a partir del personaje tradicional de Auguste.